Esta posibilidad se me ocurre que puede ser mas apropiada para sitios pequeños mas que grandes, pueblos en los que no se tenga demasiada relacion con los vecinos, etc.
Se trataria de negociar con alguien que tenga acceso a bastante gente de los alrededores y suela intercambiar conversaciones con ellos (creo que uno de los mas firmes candidatos es el dueño del bar mas concurrido) para que pueda poner en conocimiento cuando surja la conversacion, o correr la voz entre sus parroquianos, que buscais o vendeis una propiedad por los alrededores. Supongo que es legal ofrecer un pequeño premio en metalico si os consigue un vendedor o un comprador, siempre que suponga menos que en el caso de las inmobiliarias para que la cuestion siga siendo rentable, o cualquier otro tipo de trato que a ambos pueda convenir.
domingo, julio 23, 2006